Las Reflexiones de Fidel Castro, las cuales sigo atentamente, me están causando una cierta perplejidad.
A veces nos preguntamos dónde comienza la historia de un personaje, cómo discurre su vida a lo largo de esa historia y cuándo debe termina el papel del personaje en cuestión.
Julio Cesar, no quiso que nadie escribiera la historia de sus conquistas, por eso las escribió el mismo en tercera persona, demostrando su astucia frente al destino de su memoria.
A pesar de los dosmil años transcurridos, las generaciones anteriores y venideras han podido y podrán reconocer en Julio Cesar a uno de los más brillantes generales y políticos de la historia de la humanidad.
Las Reflexiones del comandante, son las crónicas de un veterano revolucionario que vive en un pasado que no reconocen sus nietos, por el que se pelean sus hijos (políticos).
"Comentarios a la guerra de las Galias" de Julio Cesar, es una serie de libros por entregas redactados al pie del campo de batalla, es una obra maestra de propaganda política y una pieza curiosa de ensalzamiento del ego de quien la escribe, pensando justamente, que de sus escritos depende mantener vivo a su electorado en Roma.
Pero bromas aparte, es curioso que ahora dicte sus memorias de forma pública, ventilada a los cuatro vientos y atando presente con pasado como si temiera que sus nietos pudieran llegar a olvidarle.
Nos está contando sus reflexiones, que no son otra cosa que sus memorias, como si temiera que olvidemos que fue él quien más ha influido en "nuestras" vidas políticas durante todos estos años.
Cada edad nos da un papel distinto en la vida. Fidel Castro parece que solo ha querido tener uno.
Nos está recordando y dejando claro para la historia, que los buenos hijos son los Chávez, Evo Morales... los incondicionales, y los malos somos todos los demás, en un o estás conmigo o estas contra mi, en el que da un repaso a todos sus coetáneos, sin dejar títere con cabeza, gracias a lo cual podemos deducir lo buenísimo que ha sido él y lo malos malísimos que han sido todos los demás.
Sus Reflexiones, traten de lo que traten, al final se centran en la bestia negra de su vida: El Imperialismo Yanqui, y no le falta razón, EE.UU. sea cual sea el partido de su presidente, ha mantenido y mantiene, un inaceptable bloqueo de la isla caribeña, que es lo que sirve de justificación a todos los cubanos para cerrar filas detrás de Fidel Castro.
Fíjese bien querido lector que he dicho a todos los cubanos, y no por ligereza, si EE.UU. suspende el bloqueo a Cuba, las cosas serían bien distintas, pero mientras Cuba siga siendo objeto de un secuestro por parte de los EE.UU. al pueblo cubano le hará falta un Fidel Castro que lo defienda de tamaño enemigo.
Mientras se mantenga esta ignominiosa situación, siempre habrá la escusa de la mano firme para defenderse de la agresión y de vivir en situación de guerra permanente contra el enemigo exterior.
Mientras se mantenga esta ignominiosa situación, siempre habrá la escusa de la mano firme para defenderse de la agresión y de vivir en situación de guerra permanente contra el enemigo exterior.
Coletilla repetida hasta la saciedad por los dirigente y gran parte del pueblo cubano que apoya al PCC, e incluso por quienes disienten de él.
Fidel sabe que su hora se acerca, y nos está escribiendo sus memorias, para que nadie las escriba por él, en una actitud solo comparable con la de Julio Cesar y con perfume de Napoleón Bonaparte.
Publicado en globedia.com el 02-12-2009
